Amaneció

Amaneció,
Y ya era demasiado pedir.

No sostenía simiente alguno
En su vientre
Más allá de las ilusiones puras
Y conformismos varios
Que dejaban lágrimas
En su más sentido llanto.

Amaneció,
Sin avisar.

Así lo festejaban las golondrinas
Hambrientas de cualquier retal
que el fuego dejó para ellos,
Pero para su vientre
No dejó ningún ascua
Que mantuviera viva
La esperanza de hacerse
Creer viva...
Aún no olvidada.

Amaneció,
Y suspiró una vez más,
Porque sabía que mañana
Volvería a suspirar.