Realmente te amo.

"Creces en libertad, en tu casa con todo el confort y lujos que mereces...hasta que me conoces. Yo te amo, realmente te amo con todo mi ser y lo publico contra viento y marea a pesar de las críticas y las lenguas envenenadas. Lo digo con la boca enorme y con toda mi sangre bombeando en mi interior, aunque haya millones de personas que quieren que me aparte de ti. Y no se cansan los malditos. Existes porque yo te amo, por nada más.

Cuando por fin eres mío, sólo mío y para mí y mi disfrute, termina tu libertad. Te saco de tu casa y de tu confort, ya no hay lujos pero mi amor por ti debería de serlo. Realmente te amo aunque te atraviese un pulmón con una fina daga, pero es que estás tan cabreado y nervioso, mi amor, que sólo así puedo relajarte un poco. No te voy a dar pastillas ni besos ni abrazos; ni tan siquiera juego o diversión. La diversión es sólo mía y para mí: de nadie más.

Te humillo delante de mis amigos, te doy algunos golpes para que se diviertan lo mismo que yo. La mayoría de las veces me aplauden, ¡no te amaré tan mal!

Cuando se cansan de ver que te golpeo y humillo, tengo que pasar al siguiente nivel: tiene que haber sangre. Sí, mi vida, porque existes para eso: para que mis amigos y yo podamos disfrutar del amor que siento por ti tan inmenso.

No me importa darte puñaladas, de ver como gritas y gimes de dolor, no me importa ver como poco a poco vas perdiendo fuerza y vitalidad. Has vivido muy bien todos los años de tu juventud...es justo que tengas una muerte tan honrada. Pueden pasar minutos, horas hasta que la diversión termina...y no me queda más remedio que darte muerte de una manera torpe pero justa: te rompo el sistema nervioso las veces que hagan falta hasta que tus aullidos y la sangre que brota de tu boca cese...pero es que ya, mi amor, ya no me diviertes. Y tendré que pasar a mi siguiente víctima. Con lo que te he amado, y ni siquiera millones de personas saben valorarlo...es una pena, toro de mis amores."

Para ti: TORERO.

POR CABRÓN, MALTRATADOR Y ASESINO.

Brevistoria Vol.1

-Entonces...¿no crees que haya nada infinito?

Escondió un mechón de su pelo detrás de su oreja y esbozó una leve sonrisa.

-No, no lo creo. Aunque...
-Aunque...¿qué?
-...te miro y desearía que sí hubiera algo infinito.

Ella sonrió. Él también, sin dejar de observarla.

Se abrazaron casi fusionándose el uno al otro antes de despedirse por última vez.