Mira que...

Te dije adiós
Con cinco dedos muertos.
Cinco sueños deshechos
Se enredaron en mi pelo.

¡Vivos!
¡No estamos muertos!

Me quedo pelona
En el agujero.
Gritos incesantes
Enmarañados en gestos.

¡Pero te quiero!

Estampida
de los resultados nuestros,
Que sin fortuna
Destierro
Sin destinatarios
Para sus huesos.

¡Te sigo queriendo!

Ahí te quedas sin consuelo,
Triste de ojos negros.

Yo me debo al viento.